Madrugada del Viernes 9 de Octubre de 2009, 00:15hrs.
Extrañaba el olor a hierba mojada y el sonido de la lluvia golpeando las ventanas. Algo que no extrañaba era sentirme así, deshilachada, incompleta y abrumada por las pequeñas gotas de dolor.
Es increíble como el hecho de un “no” proveniente de su boca y con el sonido de su aterciopelada voz, fuese tan escalofriante y doloroso. Aunque no sea la palabra correcta es en lo único que puedo pensar. Mis lágrimas ríen de mi, del miedo que me hace sentir a olvidar que lo quiero como a nada.
Algo que también me producía escalofríos, era no encontrar ni una gota de arrepentimiento, tristeza o mentira en sus ojos. Tan solo eran fijos y tan cristalinos como siempre. Que pronunciara la frase: “No habíamos quedado en esperar un poco más”, con tanta facilidad. ¡ha!, si supiera que todas las noches soñaba con ese momento. El momento de la invitación a su mundo.
Sé que él no sabe cuánto yo lo eh esperado, cuantas noches derrame lagrimas por su amor perdido. A él solo le puedo culpar de algo, de existir .O tal vez a él no, tal vez al destino que quería divertirse un poco y me lo puso enfrente. Él es un error del que apenas podre levantarme, un error que hará mis cimientos más fuertes.
Me preocupa el hecho de que esto se desvanezca que mi mente se haga incapaz de recordarlo, recordar lo imperfecta que era su piel, su tono exacto, o la textura de su voz. No puedo olvidar todo eso. Tan solo quererlo de una manera menos intensa.
Es deprimente, pero necesito un remedio contra esta droga. Y un remedio para olvidar que yo no puedo vivir en un mundo donde el no exista.
Un remedio para todo lo que hago… Más no una razón.
Es increíble como el hecho de un “no” proveniente de su boca y con el sonido de su aterciopelada voz, fuese tan escalofriante y doloroso. Aunque no sea la palabra correcta es en lo único que puedo pensar. Mis lágrimas ríen de mi, del miedo que me hace sentir a olvidar que lo quiero como a nada.
Algo que también me producía escalofríos, era no encontrar ni una gota de arrepentimiento, tristeza o mentira en sus ojos. Tan solo eran fijos y tan cristalinos como siempre. Que pronunciara la frase: “No habíamos quedado en esperar un poco más”, con tanta facilidad. ¡ha!, si supiera que todas las noches soñaba con ese momento. El momento de la invitación a su mundo.
Sé que él no sabe cuánto yo lo eh esperado, cuantas noches derrame lagrimas por su amor perdido. A él solo le puedo culpar de algo, de existir .O tal vez a él no, tal vez al destino que quería divertirse un poco y me lo puso enfrente. Él es un error del que apenas podre levantarme, un error que hará mis cimientos más fuertes.
Me preocupa el hecho de que esto se desvanezca que mi mente se haga incapaz de recordarlo, recordar lo imperfecta que era su piel, su tono exacto, o la textura de su voz. No puedo olvidar todo eso. Tan solo quererlo de una manera menos intensa.
Es deprimente, pero necesito un remedio contra esta droga. Y un remedio para olvidar que yo no puedo vivir en un mundo donde el no exista.
Un remedio para todo lo que hago… Más no una razón.
00:30hrs.
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