De esas veces que sólo me gustaría ver la lluvia.

Sí, a través de su ventana, a su lado.

Siempre.

Confesión Número Veintiséis:

Mi estrategia es, en cambio, más profunda y más simple ...

mi estrategia es que un día cualquiera no sé cómo, ni sé con qué pretexto,

por fin me necesites ...

Me sentí deseada. No entiendo el porqué, pero en esos momentos tú tacto era perfecto ... me sentía amada. Comenzaste a desvestirme, lo único que pasaba por mi cabeza era; "NO, ¿qué haces? ¿acaso me veré bien? diablos, ¿& si no le gusta mi cuerpo? ¿me veré gorda?" Temía que me rechazaras por la imperfección de mi silueta & la ásperesa de mi piel. Pero no lo hiciste. Al contrario, sentí que te gustó e incluso, tú mirada me hizo creer que hasta lo mirabas perfecto ... tus manos gélidas, recorrían cada rincón de mí. Noté que no lo hacías para encontrar algo extraño, ni para rechazarlo, sentí que lo hacías para memorizarlo ... Me sentía: única, amada, deseada. Autentica. & supe, que me aceptabas tal cual era yo ... en todo mi ser.

...

"más allá de todo no existe nada & lejos de esto no importa el resto. que me derrote el miedo al cielo si olvidas mis caricias & que me supere el dolor, al ver la cobardía en tu mirada…"

Rastros Perdidos de … está Memoria. Obsesionada.