Quería escribir un bonito relato, que contará cómo fue que comenzamos a hacer el amor ... pero no encontré las palabras adecuadas para describir la perfección del momento. Me sentí estúpida.
Pero nuestros silencios se entrelazaban tan mágicamente cómo las antiguas danzas aztecas ... si, tan mágicas, únicas & especiales, que no encuentro alguna otra comparación para describirlo. En esos momentos no hacían falta las palabras, al contrario ... estábamos bien con el silencio & la armonía de nuestros sentimientos.
Él me miraba con compasión. En sus ojos veía reflejando el sentimiento de culpa que lo perseguiría después, hice un intento por ignorarlo. Sé que jamás se perdonaría el haberme tocado & sentido de esta manera tan intensa, pero también sé que quizá era la única manera en cómo podía demostrarme los sentimientos afectivos que resguardaba para mí, & más allá de esto ... era nuestra ocasión.
Nuestra ocasión para no ocultarnos de los demás.
Nuestra ocasión para demostrarnos con acciones cuanto nos amábamos.
Nuestra ocasión para detener el tiempo.
Nuestra ocasión para hacer único el pecado...
& quizá a estás alturas él ya se encuentre arrepentido. & quizá a estás mismas alturas, yo también. Pero es algo que no puedo olvidar, es algo que cada día con el número veintisiete, me persigue. & quizá, a él también ...
& que más da si el arrepentimiento se apodera de nosotros ... él vuelve a pensar en mí.
~Le tenía amor obsesivo & un poco ... tétrico.
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